Aceite Esencial de Lavanda doTERRA

El aceite esencial de lavanda de doTERRA es conocido por sus propiedades relajantes y versatilidad.

Aquí tienes algunas recomendaciones de uso:

1.- Aromaterapia relajante:

Añade de 3 a 4 gotas de aceite esencial de lavanda en un difusor para crear un ambiente relajante en tu hogar. Esto puede ser especialmente beneficioso antes de dormir.

2.- Difusión nocturna:

Coloca una o dos gotas de aceite de lavanda en tu almohada antes de dormir para promover un sueño tranquilo y reparador.

3.- Baño relajante:

Agrega de 5 a 10 gotas de aceite esencial de lavanda a tu baño para disfrutar de un baño relajante. Combínalo con sales de baño para potenciar sus efectos.

4.- Masaje relajante:

Diluye el aceite esencial de lavanda con un aceite portador como el de coco o almendra y úsalo para dar un masaje relajante. Esto puede ayudar a aliviar la tensión muscular y reducir el estrés.

5.- Aplicación tópica:

Para aliviar la piel irritada o quemada por el sol, diluye el aceite de lavanda con un aceite portador y aplícalo suavemente sobre la zona afectada.

6.- Repelente de insectos:

Mezcla aceite esencial de lavanda con aceite de coco y aplícalo en la piel para ayudar a repeler insectos de forma natural.

7.- Calmante para picaduras de insectos:

Aplica una gota de aceite de lavanda directamente sobre picaduras de insectos para aliviar la picazón y reducir la inflamación.

8.- Refrescante de telas:

Mezcla agua con unas gotas de aceite esencial de lavanda en una botella rociadora y úsalo para refrescar telas, almohadas o cortinas.

9.- Apoyo en el cuidado de la piel:

Agrega unas gotas de aceite de lavanda a tu crema hidratante diaria para ayudar a mantener la piel suave y con buen aspecto.

10.- Alivio del estrés:

Aplica una o dos gotas de aceite de lavanda en tus muñecas y realiza respiraciones profundas para ayudar a aliviar el estrés y promover la relajación.

Recuerda que es importante diluir el aceite esencial de lavanda antes de aplicarlo directamente sobre la piel y realizar una prueba de parche para asegurarte de que no haya reacciones adversas.

Además, consulta con un profesional de la salud si estás embarazada, amamantando o tienes condiciones médicas específicas antes de usar aceites esenciales.